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Tintes Naturales: Más sobre su magia

¿Se han puesto a pensar que cada invento tiene un inicio natural o viene de una inspiración de la naturaleza? Así fue como llegue a conocer el teñido con tintes naturales. Encontrándome con tintes sintéticos y preguntándome qué se usaba para teñir todo antes de la creación de los tintes sintéticos. Aquí les detallo qué son los tintes naturales, cuál ha sido su rol en la historia y qué papel cumplen en la actualidad.

Antes que los tintes sintéticos lleguen al mundo a finales del siglo 19, artesanos de distintas culturas utilizaban tintes naturales para sus creaciones. Los tintes naturales son los colores que se obtienen de distintas fuentes orgánicas como: madera, raíces, flores, semillas, hojas, etc. Otros provienen de insectos, moluscos y compuestos minerales. Dependiendo del tinte y su composición, viene el descubrimiento de cómo extraer su color. Aquí es donde el conocimiento de la alquimia toma protagonismo.

Conseguir un buen tinte depende de dos cosas: buen uso de la alquimia y paciencia.

El teñido natural usa la alquimia para conseguir una gran variedad de colores y alargar su presencia.

Más que un color, los tintes naturales proporcionan un vínculo directo con años de historia. Cada tinte tiene su descubrimiento, propósito, y significado cultural. Miles de culturas incorporaron colores y técnicas a sus costumbres, pero son pocas las que han permanecido presentes. Puede ser difícil imaginar un pasado donde el color determinaba origen, clase y poder ya que en la actualidad podemos conseguir textiles de cualquier color. Pero usar cualquier color que quisiéramos no era una realidad hace mucho tiempo.

Por siglos, usar colores llamativos y brillantes eran exclusivamente para los ricos y la realeza. Un claro ejemplo de esto es el morado o púrpura, un color que marcaba status.

El morado también conocido como el púrpura real, imperial o Tyrian purple en inglés tenía una curiosa y despiadada técnica de conseguirlo. Este color se lo encuentra en las glándulas de un molusco muy común del Mediterráneo. Estudios estiman que, para conseguir un gramo de tinte, se necesitaba triturar entre 8mil a 10mil moluscos, una masacre.

Por esta razón, su costo era tan elevado que solo miembros de la iglesia y reyes lo usaban.

Otro color muy presente en la historia es el rojo. Este color, que también se conoce como “rojo turco” se consigue moliendo la raíz de la rubia roja, madder root en inglés (Rubia tinctorum, su nombre científico proviene de tintorius, para teñir). Los persas, egipcios, griegos y casi todo el mundo lo utilizaba. Todo rojo que vean en tapices o vestimentas medievales provienen de esta raíz.

En la actualidad los tintes naturales son usados por artistas y artesanos en cantidades pequeñas. Los tintes naturales son más trabajosos y más costosos que los tintes sintéticos pero el daño ambiental y social que cargan estos últimos, llegan a justificar los costos de lo natural. Los tintes naturales son un recurso renovable y contribuyen al desarrollo económico rural. Sin embargo, en la mayoría de las aplicaciones comerciales, los tintes naturales no pueden competir con los tintes sintéticos por la variedad de colores disponibles, son más uniformes en composición que facilitan la producción en serie y por su resistencia al agua, tiempo y agentes decolorantes (como los desodorantes o sudor).

En fin, en el mundo de los tintes naturales hay tanto por descubrir que su practica se vuelve un constante aprendizaje. Desde su origen hasta sus modificaciones, la magia de los colores naturales es infinita. Gracias por llegar hasta aquí y valorar mi pasión por esta técnica y mis ganas de compartirla.

Con cariño,

Dai.