En el mes de abril me dediqué a experimentar la planta más conocida por dar el tono rojo en los tintes naturales, Rubia (o Madder en inglés)❣️ .
Les comparto un poco de mi exploración y la colección que nació como inspiración. Ir a la colección
Madder se la considera como la reina de los tintes naturales por su complejidad, antigüedad y variedad de colores que se pueden obtener de esta raíz.
Los antiguos egipcios, griegos y romanos usaban tintes extraídos de la raíz de la Rubia Tinctorum para teñir textiles.
Su historia empieza desde los 1500 a.C. cuando se encuentra un textil teñido con madder en tumba del faraón Tutankamón.
También, su protagonismo en Europa la llevó a ser un color icónico para varias culturas como su uso en textiles turcos.
Del madder se pueden extraer un rango de colores que van desde rojo, amarillo, morado y café.
Esto se logra por su composición de pigmentos naturales que tiene: alizarina, flavonoides y purpurina.
La alizarina fue el primer pigmento natural que se sintetizó y este es el componente que nos brinda este rojo vivo.
El flavonoides es el pigmento natural más común en la naturaleza, es el que crea los tonos amarillos; y la purpurina, por su nombre, es un pigmento que al oxidarse, crea un tono púrpura/café.
Por la gran variedad de pigmentos y minerales que tiene la raíz de la Rubia, existen muchos métodos de obtener los distintos colores que ofrece esta planta y tiene sentido ya que cada componente se vuelve soluble en diferentes temperaturas y condiciones.
Tuve un gran desafío al momento de querer conseguir el rojo verdadero. Estar pendiente a temperaturas, tiempos y fibras me hizo valorar mucho más toda la historia y ciencia que carga esta raíz.
Mis pruebas en algodón fueron exitosas al momento que decidí seguir la receta a la precisión pero mis pruebas en seda fueron un completo fail. Quería lograr este rojo carmín en seda pero no lo estaba logrando.
Cambiaba mordientes, temperaturas, tiempos, hasta llegue a pensar que el madder que había conseguido no era el óptimo.
Un día tiñendo el favorito de muchos, el scrunchie arcoíris, me di cuenta que al combinar madder con cochinilla, llegué a tener ese rojo carmín que tanto buscaba.
Yo creía haber descubierto algo innovador, una combinación única.
Por una parte sentía que estaba defraudando a toda la historia detrás de las recetas de madder al combinarla con cochinilla.
Pero luego llegué a conocer que esta combinación es la única forma de lograr este rojo profundo en seda.
Por su composición, la seda no absorbe los pigmentos que crean el rojo, como lo hace el algodón.
Entonces, necesita un poco de ayuda de su gran y fiel compañera, la cochinilla.
En el libro de J. N. Liles (un libro completo lleno de decenas de recetas y combinaciones de tintes naturales) llegué a encontrar la receta oficial, la misma que me dio el aval para usar esta combinación
Finalmente, gracias a toda esta experiencia, decidí crear esta colección, pequeña pero llena de significado.
Usando el rojo carmín en seda como protagonista. Algunas de estas piezas siguen disponibles.
Si les interesa, pueden escribirme por Instagram o pueden ver más de las colecciones disponibles aquí.
